miércoles, 24 de noviembre de 2010

Lo ha dicho lo cumplira...

“Confía en Jehová con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propio entendimiento. En todos tus caminos tómalo en cuenta, y él mismo hará derechas tus sendas” (Proverbios 3:5, 6).

No cabe duda de que Jehová merece toda nuestra confianza. Es el Creador, y como tal es “vigoroso en poder” y la Fuente de “energía dinámica” (Isaías 40:26, 29). Puede llevar a cabo cuanto se propone. Su mismo nombre significa literalmente “Él Hace que Llegue a Ser”, lo que fortalece nuestra confianza en su capacidad para cumplir lo que promete. El hecho de que sea “imposible que Dios mienta” lo convierte en la personificación de la verdad (Hebreos 6:18). Su cualidad dominante es el amor (1 Juan 4:8). “Es justo en todos sus caminos, y leal en todas sus obras.” (Salmo 145:17.) Si no podemos confiar en Dios, ¿en quién entonces? Por supuesto, para cultivar la confianza en él, tenemos que ‘gustar y ver que Jehová es bueno’ aplicando en la vida lo que aprendemos en la Biblia y reflexionando en el bien que ello produce (Salmo 34:8).
¿Cómo podemos ‘tomar en cuenta a Jehová en todos nuestros caminos’? El salmista inspirado dice: “Ciertamente meditaré en toda tu actividad, y en tus tratos sí me interesaré intensamente” (Salmo 77:12). Dado que Dios es invisible, para cultivar la intimidad con él, es fundamental meditar en sus grandes obras y en la relación que mantuvo con su pueblo.


La oración también es una manera importante de tomar en cuenta a Jehová. El rey David no dejaba de clamar a él “todo el día” (Salmo 86:3). Muchas veces se pasó la noche orando, como cuando vivía fugitivo en el desierto (Salmo 63:6, 7). “[Ocúpese] en orar en toda ocasión en espíritu”, fue la exhortación del apóstol Pablo (Efesios 6:18). ¿Con cuánta frecuencia oramos? ¿Nos alegra tener una comunicación sincera con Dios? ¿Le solicitamos ayuda cuando nos encaramos a situaciones difíciles? ¿Buscamos su guía en oración antes de tomar decisiones importantes? Las oraciones sinceras que ofrecemos a Jehová nos granjean su cariño. Y tenemos la seguridad de que las escuchará y ‘hará derechas nuestras sendas’.


Es una gran insensatez que nos ‘apoyemos en nuestro propio entendimiento’ o en el de personalidades ilustres del mundo, cuando podemos poner toda nuestra confianza en Jehová. “No te hagas sabio a tus propios ojos”, dice Salomón. Al contrario, aconseja: “Teme a Jehová y apártate de lo malo. Llegue a ser ello curación a tu ombligo y refrigerio a tus huesos” (Proverbios 3:7, 8). El temor saludable a desagradar a Dios debe dominar todas nuestras acciones, pensamientos y emociones. Ese temor reverencial nos impide hacer lo malo, y tiene efectos curativos y reparadores en sentido espiritual por que nunca dejaremos de creer o poner en duda lo que Jehova hara...

1 comentario:

Mayka dijo...

Gracias amigo, por este precioso recordatorio.

El tenerlo en cuenta, será una protección para nosotros, ya que nos hará ser cuidadosos para nunca perder el favor de Jehová.

Un Saludo

Publicar un comentario

GRACIAS

GRACIAS