domingo, 27 de diciembre de 2009

‘Acumulen tesoros en el cielo’


Jesús consideró el lazo del materialismo. Empezó diciendo en el sermon del monte: “Dejen de acumular para ustedes tesoros sobre la tierra, donde la polilla y el moho consumen, y donde ladrones entran por fuerza y hurtan.”—Mat. 6:19.
Jesús conocía bien la tendencia humana de confiar en una acumulación de cosas materiales. Dio a sus oyentes la amonestación de ‘dejar’ de hacer aquello, puesto que los tesoros terrestres no tienen valor duradero. Sean vestiduras costosas, dinero u otros artículos materiales, estas cosas valiosas acumuladas pueden sufrir deterioro. Por ejemplo, ‘las polillas’ pueden arruinar telas valiosas; los metales preciosos pueden sucumbir al “moho.” (Compare con Santiago 5:1-3.) Hasta antes de que comience el deterioro hay peligro de robo. En la antigua Palestina los ladrones ‘entraban por fuerza y hurtaban’ por medio de abrirse una grieta para ello a través de las paredes de barro o de yeso de las casas.
Por eso, Jesús declaró: “Más bien, acumulen para ustedes tesoros en el cielo, donde ni polilla ni moho consumen, y donde ladrones no entran por fuerza y hurtan.” (Mat. 6:20) Uno puede acumular tesoros incorruptibles por medio de hacerse un registro de obras excelentes “en el cielo” (es decir, ante Dios). Con relación a esto el apóstol Pablo dio a los cristianos acaudalados la amonestación de que “trabajen en lo bueno, que sean ricos en obras excelentes, que sean liberales, listos para compartir, atesorando para sí mismos con seguridad un fundamento excelente para el futuro, para que logren asirse firmemente de la vida que lo es realmente.”—1 Tim. 6:17-19; Tito 3:8.
Jesús remachó el punto de esta ilustración al decir: “No pueden ustedes servir como esclavos a Dios y a las Riquezas.” (Mat. 6:24b) Esta declaración no condena el poseer riquezas, sino que, más bien, da énfasis al hecho de que uno no puede ‘servir como esclavo’ a las riquezas y a la misma vez dar a Dios la devoción exclusiva que él requiere. El que verdaderamente ama a Dios y desea servirle de manera aceptable, ciertamente tiene que ‘despreciar’ la esclavitud que es el resultado de hacer que los tesoros en la Tierra sean la meta principal de uno en la vida.

GRACIAS

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