martes, 31 de agosto de 2010

“PELEA LA EXCELENTE PELEA DE LA FE”

Al adquirir fe fuerte y ‘pelear la excelente pelea de la fe’ usted podrá prestar atención al consejo que hoy se hace más urgente que nunca, a saber: “Busquen a Jehová, todos ustedes los mansos de la tierra. . . . Busquen justicia, busquen mansedumbre. Probablemente sean ocultados en el día de la cólera de Jehová.” ¿Por qué dice: “Probablemente sean ocultados en el día de la cólera de Jehová”? Es porque esas palabras originalmente aplicaron a la nación de Israel antes de que fuera destruida en 607 a. de la E.C., y era una cuestión de mostrar Dios misericordia a los que obedecen. Estas palabras son, pues, un recordatorio de que no podemos abusar de la misericordia de Dios.—Sof. 2:3.


 Si usted pasa con vida a través del fin de este viejo sistema de cosas, ¿qué puede esperar? Un nuevo orden de paz, justicia y abundancia; ver la Tierra convertida en un paraíso, en armonía con el propósito original de Jehová para la Tierra y el hombre. (Gén. 1:28; 2:16) Entonces Dios “limpiará toda lágrima de sus ojos, y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento ni clamor ni dolor. Las cosas anteriores [habrán] pasado [entonces].” (Rev. 21:4) En ese tiempo se cumplirán también las palabras del profeta Isaías en 25:6, 8:  Y Jehová de los ejércitos ciertamente hará para todos los pueblos, en esta montaña, un banquete de platos con mucho aceite, un banquete de [vino mantenido sobre] las heces, de platos con mucho aceite, llenos de médula, de [vino mantenido sobre] las heces, filtrado. Él realmente se tragará a la muerte para siempre, y el Señor Soberano Jehová ciertamente limpiará las lágrimas de todo rostro. Y el oprobio de su pueblo quitará de toda la tierra, porque Jehová mismo [lo] ha hablado.




¡Qué gloriosa expectativa para todos los que, por su fe, pasan con vida a través de la “grande tribulación”!

 

sábado, 14 de agosto de 2010

“Sirva a Jehová con regocijo”

Nuestro Hacedor, Jehová, es un “Dios feliz” y quiere que sus siervos se deleiten en obedecer fielmente sus mandamientos. (1 Tim. 1:11; Sant. 1:25; Rev. 1:3) Estos mandamientos se basan en el amor, porque el “amor no obra mal al prójimo.” (Rom. 13:8-10) Por eso la obediencia al Creador contribuye a la felicidad de otras personas y también asegura el que uno disfrute de una vida de contentamiento y felicidad.

Así pues, ¿no debería la gente de todas las naciones alborozarse en Jehová? El salmista inspirado animó a seguir ese proceder, al decir: “Griten en triunfo a Jehová, oh gentes de toda la tierra. Sirvan a Jehová con regocijo. Entren delante de él con un clamor gozoso.” (Sal. 100:1, 2) De acuerdo con esta exhortación, nuestras expresiones de alabanza no deben ser débiles, sino fuertes y enérgicas, comparables al ‘grito triunfal’ de un ejército que ha ganado una victoria . La actitud de los siervos de Dios no debe ser la de esclavos acobardados y temerosos. El servicio a Dios no es gravoso ni opresivo, de modo que convierta a uno en una persona indebidamente seria y melancólica. (1 Juan 5:3) Ese servicio es refrescante, estimulante, y correctamente debe estar acompañado de regocijo. Por esta razón el salmista instó a la gente a entrar en la presencia de Dios “con un clamor gozoso.”

Algo fundamental si uno desea rendir servicio sagrado es reconocer que Jehová es Dios y el Hacedor del hombre. El salmista declaró: “Sepan  que Jehová es Dios. Es él quien nos ha hecho, y no nosotros mismos. Somos su pueblo y las ovejas de su apacentamiento.” (Sal. 100:3) Por ser el Creador, él es nuestro Dueño, tal como un pastor es dueño de sus ovejas.  Es más, debemos bendecir su nombre, es decir, hablar bien del Altísimo, Aquel a quien representa el nombre. El salmista insta: “Entren en sus puertas con acción de gracias, en sus patios con alabanza. Denle gracias, bendigan su nombre. Porque Jehová es bueno; su bondad amorosa es hasta tiempo indefinido, y su fidelidad hasta generación tras generación.”—Sal. 100:4, 5.

Las cualidades de Jehová verdaderamente deben mover a uno a alabarlo. Él es completamente bueno, sin siquiera la más mínima mancha de maldad. Siempre se puede contar con su bondad amorosa o consideración compasiva para con sus siervos; ésta continúa hasta tiempo indefinido. “Generación tras generación” Jehová es fiel, cabalmente firme en la expresión de Su amor hacia los que quieren hacer Su voluntad. (Rom. 8:38, 39) ¿No es verdad, entonces, que tenemos buena razón para ‘servir a Jehová con regocijo’?

jueves, 5 de agosto de 2010

ANDANDO EN EL NOMBRE DE JEHOVÁ

El Dios verdadero se ha dado un nombre. Los cristianos saben bien que Jehová es “el Altísimo sobre toda la tierra.” (Sal. 83:18) Agradecen que Dios les haya revelado su propio nombre personal. Pero el andar en el nombre de Jehová envuelve mucho más que poder pronunciar su nombre al hablar. Significa más que reconocer ese nombre divino en manuscritos bíblicos.

 El andar en el nombre de Jehová no significa simplemente decir que él es nuestro Dios. Además, envuelve más que asistir a las reuniones cristianas que se celebran en el Salón del Reino de los Testigos de Jehová de nuestra localidad. Y, naturalmente, la actividad de predicar no es todo lo que está conectado con andar en el nombre de Jehová.

 Aunque estas cosas son importantes, ellas solas no prueban que verdaderamente estemos andando en el “nombre” de Jehová. El factor determinante no es simplemente lo que digamos o aleguemos acerca de nosotros mismos, sino lo que en realidad hagamos con nuestro corazón, mente, alma y fuerza. (Luc. 10:27; Sant. 1:22-27) El apóstol cristiano Pablo hizo esta pregunta intrigante: “¿No saben que si siguen presentándose a alguien como esclavos para obedecerle, son esclavos de él porque le obedecen, ya sea del pecado con la muerte en mira o de la obediencia con la justicia en mira?” (Rom. 6:16) Los que andan en el nombre de Dios están dedicados a él, y realmente ‘sirven a Jehová como esclavos,’ al servirle con fidelidad y obediencia. (Rom. 12:11) ¿Ha tomado usted una firme posición entre los adoradores de Jehová? ¿Anda usted en el nombre de Dios?

GRACIAS

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