sábado, 6 de febrero de 2010

ANIME A OTROS...CON SU EJEMPLO




¿Cómo puede usted ser animador? Ante todo, poniendo un ejemplo excelente. Los hechos pesan mucho más que meras palabras. Al manifestar frutos del espíritu como amor, gozo y paz uno puede ser muy animador para otros. ¿Y qué hay de las oportunidades de ser animador visitando a un compañero cristiano enfermo? ¿No es eso lo que hicieron las “ovejas” de la parábola de Jesús?—Mat. 25:35-40.
Lo mismo aplica en cuanto a manifestar celo en otros aspectos del ministerio cristiano. Por ejemplo, el que usted esté activo en predicar las buenas nuevas del reino de Dios a pesar de obstáculos como el mal tiempo muy posiblemente anime a otros a imitar su buen ejemplo.
También por su misma presencia en las reuniones del pueblo de Dios usted puede ser animador. Al simplemente ver a los hermanos que habían venido de Roma a recibirlo el apóstol Pablo “dio gracias a Dios y cobró ánimo.” (Hech. 28:15) Una simple sonrisa amigable o un saludo afectuoso puede significar mucho más de lo que uno se imagine para un alma deprimida. Y todavía más eficaces son las palabras edificantes que se basan en fe en la Palabra de Dios.

GRACIAS

GRACIAS