martes, 8 de diciembre de 2015

Cántico 142 nuevo con letra Cantemos a Jehová

sábado, 20 de septiembre de 2014

2014 International Convention, Seattle Washington Convención Internacional de 2014, Seattle Washington

Opening the Baptismal Pool at Seoul International Convention Apertura de la piscina de bautismo en asamblea Internacional de Seúl

martes, 1 de mayo de 2012

¡Hágase disponible!





Jesucristo y el apóstol Pablo nos han dejado excelentes modelos de devoción que podemos imitar. Y hay muchos magníficos ejemplos entre los testigos de Jehová de la actualidad. Este es el tiempo oportuno para que todos los que conocen las buenas nuevas participen de lleno en darlas a conocer a otros. La Biblia nos asegura que ‘nada de esa labor es en vano’. (1 Corintios 15:58.)

Al igual que Pablo, la mayoría de nosotros tenemos obligaciones financieras. Por eso, puede que muchos no podamos ser precursores. Pero con la ayuda de Jehová todos podemos seguir el buen consejo que se da en Romanos 12:11: “No sean holgazanes en sus quehaceres. Fulguren con el espíritu. Sirvan a Jehová como esclavos”. Y si las circunstancias cambian y nos permiten dedicar más tiempo al servicio de Jehová, todo el que en verdad ama a Jehová aprovechará la oportunidad para hacerlo, tal como lo hizo Pablo. ¡Esté intensamente ocupado con las buenas nuevas! ¡El hacerlo no solo le traerá bendiciones ahora, sino que en el futuro redundará en vida eterna con gozo y felicidad sin fin! (Mateo 19:28, 29.)


sábado, 10 de diciembre de 2011

De a conocer las Buenas Nuevas y este alerta a la testificacion informal






Hay quienes están llegando a conocer la verdad de Dios al comunicarse con parientes, amistades, compañeros de trabajo, vecinos y otros. Por ejemplo, en un grupo de 238 Testigos bautizados, 40 por 100 había aprendido la verdad de la Biblia mediante la testificación informal. Por supuesto, ésta no debería reemplazar el ministerio del campo, el participar con regularidad en la actividad de testificar de casa en casa y hacer revisitas, y así por el estilo. (Hechos 5:42; 20:20.)


No obstante, Jesús, “el testigo fiel y verdadero”, es un excelente dechado para nosotros en lo relacionado con la testificación informal. Por ejemplo, “al ir pasando” por cierto lugar, Jesús vio a “un hombre cuyo nombre era Mateo sentado en la oficina de los impuestos” y habló con él, y obtuvo buenos resultados (Mateo 9:9). Además, en otra ocasión, aunque estaba cansado, Jesús aprovechó la oportunidad de hablar sobre la verdad con una mujer que fue al pozo de Sicar a conseguir agua. Aquella conversación resultó en que muchos samaritanos pusieran fe en Jesús como el Mesías. (Juan 4:5-30, 39-42.)



El apóstol Pablo también aprovechó toda oportunidad de hablar acerca de la Palabra de Jehová. Cuando estuvo en Atenas, Pablo hizo esto “todos los días en la plaza de mercado con los que se hallaban por casualidad allí” (Hechos 17:17). Además, mientras estuvo bajo arresto domiciliario en Roma, el apóstol “recibía amablemente a todos los que venían a él, predicándoles el reino de Dios y enseñando las cosas respecto al Señor Jesucristo con la mayor franqueza de expresión” (Hechos 28:30, 31). ¡Ciertamente todo esto debería impulsarnos a nunca pasar por alto ninguna oportunidad de dar testimonio!

viernes, 21 de octubre de 2011

NUNCA ESTAREMOS SOLOS EN EL SERVICIO DE DIOS



Los siervos de Jehová pueden contar con Él, debido al gran amor que él tiene. Jesús les dio esta seguridad: “Porque el Padre mismo les tiene cariño, porque ustedes me han tenido cariño a mí y han creído que salí como representante del Padre.” (Juan 16:27) Los siervos de Jehová no trabajan solos. Están haciendo la obra de Dios como mayordomos de él, y siempre tienen el camino abierto para buscar la ayuda de Jehová en oración. Jesús dijo: “Si le piden alguna cosa al Padre se la dará en mi nombre.” (Juan 16:23, 24) Una vez que Jesús fuera arrestado, vendría un tiempo de dificultades para los seguidores de él, tal como él les advirtió de antemano:
“¡Miren! Viene la hora, en realidad, ha llegado, en que serán esparcidos cada uno a su propia casa y me dejarán solo; y sin embargo no estoy solo, porque el Padre está conmigo. Les he dicho estas cosas para que por medio de mi tengan paz. En el mundo están teniendo tribulación, pero ¡cobren ánimo! yo he vencido al mundo.”—Juan 16:32, 33.
¡Qué vital es recordar que no estamos solos, tal como Jesús no estuvo solo cuando fue arrestado! ¡Y qué esencial es confiar en Jehová por medio de la oración, especialmente en tiempos de tribulación o dificultad! Jesús oró fervorosa y frecuentemente durante su hora de prueba. (Mat. 26:36-46; 27:46) De manera semejante, sus seguidores nunca deben retraerse de buscar la ayuda de Jehová, sino orar a él con confianza y fe.—Mat. 7:7, 8.

martes, 2 de agosto de 2011

"Asegúrate que la palabra de Dios permanezca en tu corazón."


En los Libros Biblicos de Mateo, Marcos y Lucas encontramos la ilustración de Jesús acerca de un sembrador que siembra semillas (Mateo 13:1-9, 18-23; Marcos 4:1-9, 14-20; Lucas 8:4-8, 11-15). Al leer estos relatos, notará que el rasgo principal de la parábola es que semillas de la misma clase caen en diversos tipos de terreno, con diferentes resultados. El primer tipo de terreno es duro, el segundo poco profundo, y el tercero espinoso. En cambio, el cuarto tipo es “tierra excelente” y “buena”. Según la propia explicación de Jesús, la semilla es el mensaje del Reino que se halla en la Palabra de Dios, y la tierra representa a personas con distinta condición de corazón. Aunque todas ellas tienen algunos aspectos en común, las simbolizadas por la tierra excelente poseen una característica que las distingue de las demás.
 El pasaje de Lucas 8:12-15 indica que, en los cuatro casos, las personas ‘oyen la palabra’. Sin embargo, las que poseen “un corazón excelente y bueno” no se conforman con oírla, sino que “la retienen y llevan fruto con aguante”. La tierra excelente y buena, por ser blanda y profunda, permite que las raíces penetren, de manera que la semilla brota y produce fruto (Lucas 8:8). Así mismo, quienes tienen un corazón excelente entienden, valoran y asimilan la palabra de Dios (Romanos 10:10; 2 Timoteo 2:7). Esta permanece en ellos, es decir, en su interior, y por tanto, llevan fruto con aguante. De modo que para demostrar el aguante que exige el discipulado cristiano, es imprescindible que valoremos profunda y sinceramente la Palabra de Dios (1 Timoteo 4:15).Por eso Está claro, pues, que todos nosotros, tanto jóvenes como adultos, permaneceremos en la palabra de Dios y aguantaremos como discípulos de Cristo siempre que la palabra de Dios permanezca en nosotros. Por lo tanto, asegurémonos de que la tierra de nuestro corazón nunca se endurezca, pierda profundidad o se cubra de espinos, sino que se mantenga blanda y profunda. De ese modo asimilaremos la palabra de Dios a plenitud y “lleva[remos] fruto con aguante” (Lucas 8:15).



GRACIAS

GRACIAS