lunes, 15 de marzo de 2010

VENCE EL MAL HACIENDO EL BIEN ....

LOS testigos de Jehová del día actual tienen la obligación de esparcir las buenas nuevas del reino de Dios y vivir de acuerdo con la Palabra y ley de Dios. Debido a su sincera adoración de Jehová Dios, a menudo han sido sometidos a fuerte persecución. Algunos han sido muertos a causa de su fe. Otros han tenido que aguantar muchos vituperios y sufrir injusticias. Se ha mentido acerca de ellos y se les han negado sus derechos legítimos. Sus hijos han sido expulsados de las escuelas. Sus hogares y propiedades han sido destruidos. Por la fuerza les han administrado transfusiones de sangre ilegales. A algunos les han arruinado su negocio o les han hecho perder su empleo seglar a causa de su fe. Su historia ha sido sobresaliente en cuanto a hacérseles el mal. Pero a través de todo ello la sociedad del nuevo mundo de testigos de Jehová no ha perdido de vista su comisión de predicar las buenas nuevas del Reino. Los cristianos sí tienen el derecho de defenderse legalmente en tiempos de persecución, y los testigos de Jehová han gastado mucho dinero con el fin de defender y legalmente establecer las buenas nuevas.—Fili. 1:7.
Aunque los cristianos estemos rodeados de toda clase de mal en estos últimos días del régimen de Satanás sobre este sistema de cosas, sigamos venciendo el mal con el bien. No dejemos que el mal nos desvíe de hacer el trabajo benévolo que se nos ha asignado como cristianos, de hablar acerca de las buenas nuevas del reino de Dios. Piense en las palabras de Pablo: “No te dejes vencer por el mal, sino sigue venciendo el mal con el bien.” Según esto, la única manera en que uno sería vencido por el mal es si uno deja que se le venza así. De modo que es algo que podemos controlar con la ayuda de Jehová, y debemos continuar orando por su ayuda. Por lo tanto, no se deje vencer por el mal. No devuelva mal por mal a nadie.—Rom. 12:17-21.
“Desechen la vieja personalidad que se conforma a su manera de proceder anterior y que va corrompiéndose conforme a sus deseos engañosos; pero . . . sean hechos nuevos en la fuerza que impulsa su mente, y se vistan de la nueva personalidad que fue creada conforme a la voluntad de Dios en verdadera justicia y lealtad.”—Efe. 4:22-24.

GRACIAS

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