jueves, 26 de mayo de 2011

¿Cómo podemos fortalecernos en Jehová?

 En la Biblia encontramos
experiencias que nos ayudará a ver lo que se requiere para recibir fortaleza de Jehová en tiempo de prueba.
Sabemos por la Palabra de Dios que David fue un siervo fiel y leal de Dios. Por medio de estudio y meditación tenía conocimiento considerable de Dios y del trato de Dios con el hombre. Esto lo revelan sus muchos salmos de la Biblia. Por ejemplo, David escribió: “He recordado días de mucho tiempo atrás; he meditado en toda tu actividad; de buena gana me mantuve intensamente interesado en la obra de tus propias manos.” (Sal. 143:5) David tenía la práctica de hacer esto. No esperaba hasta afrontar alguna emergencia.

Esto le proporcionó a David un depósito de conocimiento y experiencia acerca de Dios y sus tratos al cual acudir en su apuro en Siclag. Esto sería un estímulo y fuerza para él. Como escribió: “En Dios he cifrado mi confianza; no tendré miedo. ¿Qué puede hacerme la carne?”—Sal. 56:4; 31:1.

También, David sin duda recordaba como Dios le había ayudado maravillosamente en ocasiones previas. ¿No le había dado Dios victoria sobre el gigante Goliat? David verdaderamente podía decir: “Jehová es mi luz y mi salvación. ¿De quién he de temer? Jehová es la plaza fuerte de mi vida. ¿De quién he de sentir pavor?”—Sal. 27:1.
El mismo Dios que fortaleció a David también nos suministra fuerza y aguante a nosotros que nos esforzamos por servirle fielmente hoy día. Por medio de su espíritu él nos da poder que nos capacita para hacer más allá de lo que normalmente podemos hacer para llevar a cabo su voluntad y la comisión que nos ha dado, para que nos enfrentemos a emergencias imprevistas, y para que derrotemos la persecución.—2 Cor. 4:7.En el caso de David, hubo una asociación estrecha con la organización de Jehová, y en tiempo de prueba esta asociación resultó muy provechosa y fortalecedora. ¡Qué excelente exhortación para nosotros hoy día hay en estas experiencias! ¡Tenemos que adherirnos estrechamente a la organización visible de Jehová! Aquí es donde recibimos las fuerzas y estímulo que necesitamos.
Continuaremos nuestro estudio personal de la Palabra de Dios, y reuniéndonos en las reuniones de la congregación. Oraremos sin cesar a Jehová pidiendo guía y fuerza, y vigorosamente nos ocuparemos en hacer su voluntad. Dios ha prometido: “De ningún modo te dejaré y de ningún modo te desampararé.” Creemos esto con todo nuestro corazón, y firmemente decimos: “Jehová es mi ayudante; no tendré miedo. ¿Qué puede hacerme el hombre?” (Heb. 13:5, 6) ¡Sí, podemos aguantar las pruebas del futuro con la fuerza que proviene de Dios!

GRACIAS

GRACIAS