skip to main |
skip to sidebar
El salmista también observó que el hombre que tiene éxito en la vida se deleita en la lectura de la ley de Dios ‘día y noche en voz baja’ (Salmo 1:1, 2). Es cierto que la Biblia no es un libro de fácil lectura; en ella hay “algunas cosas difíciles de entender” (2 Pedro 3:16). Pero la lectura de la Biblia no tiene por que ser monótona. Es posible “[desarrollar] el anhelo por la leche no adulterada que pertenece a la palabra” de Dios (1 Pedro 2:2). Intenta leer solo un poco todos los días. Si hay cosas que no entiendes, busca información. Luego, piensa en lo que has leído (Salmo 77:11, 12). Si te cuesta concentrarte, lee audiblemente “en voz baja”. Con el tiempo, tu interés por la lectura bíblica sin duda aumentará. Una hermana joven de Brasil recuerda: “Jehová siempre me pareció distante. Pero en los últimos meses he mejorado mi estudio personal y lectura de la Biblia. Ahora siento que mi relación con Jehová es más fuerte. Él es más real para mí”.